Hace un tiempo, tenía un predicamento: no conseguía un modelo para la ropa de varoncitos. La diosa fortuna me trajo del mismo cielo un angelito. Todo comenzó cuando una mamá moderna me mandó un mensaje, empezamos a conversar y de pronto sentí que la conocía de mucho tiempo.
Carolina me cae muy bien, además se hace querer. Y como el estilo se lleva en la sangre, Lucas es un amor, gran modelo por cierto. Al final terminó saliendo una sesión de fotos muy divertida, con Carolina posando atrás de la cámara para que Lucas al verla muestre su gran talento delante de la cámara.
Nos hemos reído un montón. ¡Gracias Carolina! ¡Gracias Lucas!